Somos así.


Si, educar es también filosofía. 
Yo personalmente no soy muy fan del fenómeno mamá blogger, así para empezar ya me estoy haciendo amigas.
Pero es que me dan mucha pereza los blogs que hablan de como erradicar piojos, cómo maquillarte para no parecer una loca al llevar tus babys a la guarde, cómo limpiar tu alfombra de papillas o cómo decorar tu casa pinterest con hijos y que no te la destrocen.
Bien: 
1) Me gustan los piojos, son vida (como las palomas del parque)
2) ¿Maquillarme? (joder, antes tendré que lavarme)
3) Un consejo, si quieres alfombras con niños mejor que escojas el color roña y te dejes llevar.
4) Si tu casa es Pinterest con más de una hija/o eres una tipa psicótica, lo siento, es mi opinión.

Si yo siguiera algún tipo de manera o estilo de crianza, lo clasificaría como nórdico o en danés "“udflytterbørnehave”, que viene a decir irse al campo.
Esta filosofía proviene de una señora muy maja que básicamente lo que hacia era sacar a los guajes al monte para que no le dieran guerra en casa, sus vecinos daneses que vieron que funcionaba y las fieras amansaban, le pidieron que sacara a los suyos también en grupo. Vaya listos.
El movimiento lo comenzó en 1950 Ella Flatau. En el centro y norte de Europa se las denomina Forest Kindergarten. Luego se extenderían teniendo éxito en Estados Unidos o Canadá y algún país asiático.
Básicamente se trata de dar las clases fuera utilizando los medios naturales, ríos, arboles, frutos y plantas etc...
Yo soy una apasionada de este tipo de educación pero no llevo a mis dos hijos a ningún sitio ni pago por ello, lo hago yo cada día gracias a que vivimos en medio de un bosque. Intentamos salir un rato largo diario y jugar aprendiendo en la naturaleza. 
Mi madre siempre nos inculcó este estilo de crianza y aunque no vivíamos en el campo, todos los fines de semana organizaba excursiones para enseñarnos los animales, darles de comer y caminar entre árboles un buen rato, a ser posible perdiéndonos sin rumbo. Asimismo tuve una profesora maravillosa llamada Emilia, desde tercero a quinto de EGB que me enseñó a respetar la naturaleza y  de un modo lúdico y respetuoso así como a amar la biología (su especialidad). Desde aquí gracias mamá y gracias Emilia. 
Mis hijos tocan a diario los árboles y pisan la hierba, y en lo posible (tienen dos años y medio y siete meses) les muestro los nombres y tipos de ellos.

No me obsesiona la alimentación ni soy eco friendly en ello, me parece una chorrada. Mi madre me daba un bocata de atún de lata con mayonesa de vez en cuando y moría de placer. Y soy una mujer delgada y sana. No veréis en mi blog postulados anti aceite de palma, lo siento, soy mommy trash. Les doy a mis hijos petit suisse y galletas, ya lo dije.
Por último no me gusta demasiado organizar agendas repletas de eventos a los niños, solemos improvisar y nos agobian los barullos y fiestas de guardar. Somos así, un poco antisociales.

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